Es sorprendente observar que constantemente pretendemos modificar la conducta de los niños después de hacerles sentir miedo, culpa y dolor. Y con mucha frecuencia podemos constatar que ninguno de estos métodos es efectivo a corto y largo plazo y, además, no es positivo ni para los hijos, ni para nosotros (que nos sentimos mal) y acabamos generando muros en nuestra relación con ellos.

"Es una locura pensar que para que los niños lo hagan mejor primero deben sentirse peor"

(Jane Nelson)

La disciplina positiva parte de la creencia de que los niños SIEMPRE merecen ser tratados con DIGNIDAD y RESPETO, enseñando y poniendo límites con amabilidad y firmeza, favoreciendo, además, el desarrollo y aprendizaje de competencias sociales y habilidades para la vida.

Cada vez somos más las familias conscientes que deseamos una educación basada en el respeto, que no nos sentimos bien repitiendo modelos autoritarios y denigrantes para el niño. Queremos niños seguros de sí mismos, que se sientan escuchados, valorados y que puedan desplegar todos sus talentos. Queremos que se conviertan en adultos felices capaces de perseguir sus sueños y proyectos. Y mucho dependerá de lo que nosotros les transmitamos. AHORA ES NUESTRO MOMENTO, el papel más importante debemos "interpretarlo" ahora. Que no nos pasen los años y nos arrepintamos de lo que sí estaba en nuestras manos.

Es posible que sientas que a menudo acabas derrotado/a y que los días con tus hijos se te hacen largos y pesados. Que pierdas el control con facilidad y acabes gritándoles más de lo que te gustaría sintiéndote enfadado/a a la vez que culpable. Seguramente muchos días te sentirás perdido/a o desbordado/a y frustrado/a. Y si has llegado hasta aquí, probablemente habrás leído artículos y libros de disciplina positiva muy interesantes, pero que no habrás conseguido poner en práctica.

TE ENTIENDO PERFECTAMENTE, PORQUE A MI TAMBIÉN ME HA PASADO.

Ahora bien, recorrer un camino diferente al que siempre hemos conocido puede ser difícil y, más aún, si este camino debemos recorrerlo solos. Porque para aprender a andar, tendremos que caer,  y al principio caeremos muchas veces y quizá tendremos tentaciones de desistir y seguir como siempre. Hacer este camino transformador acompañado lo hará más fácil porque podrás compartir dudas e inquietudes. El programa que he diseñado: RECONECTA PARA EDUCAR, te dotará de herramientas y recursos que facilitarán la educación de tus hijos a la vez que realizarás un viaje hacia dentro, de autoconocimiento y conciencia.

"La única forma de cambiar la mente de alguien es conectar con ella a través del corazón"

(Rashid Ogunlaruuinca)